de la herbolaria mágica a la fitoterapia actual
En la magia, es cualquier planta o parte de una planta que es usada con fines mágicos. Desde un cactus a un alga, musgo, pasto, hierba medicinal, arbusto, árbol, especia, enredadera, condimentos... todos ellos son calificados como plantas.
Se puede usar toda la planta o especificamente semillas, hojas, tallos, flores, raíces, o frutas. Los usos pueden ser medicinales, mágicos, culinarios, cosméticos o estéticos. La magia de las plantas comenzó en el pasado más remoto de la humanidad, sabemos que nuestras mascotas por instinto acuden a las plantas medicinales que pueden ayudarles para desparasitarse y curar pequeñas afecciones, purgarse, etc. El hombre comenzaría así su relación y conocimiento con las plantas medicinales, muy seguramente fueron las mujeres las custodias de ese conocimiento. Pues eran ellas las recolectoras. Muy seguramente las mujeres más sensibles, serían atraidas por las esencias y olores de ciertas plantas , el magnetismo de ciertas plantas con su espíritu.
Alrededor del 3.000 antes de Cristo, muchas plantas eran catalogadas y usadas como mágicas en el Antiguo Egipto, Sumeria, o los Fenicios, y en otras partes del planeta. En el 200 antes de Cristo, la magia de las plantas para sanar ya era usada en todo el planeta. Los primeros herbarios que nos han llegado son de la Antigua Grecia y funden los usos mágicos y medicinales de las plantas, Estos herbarios todavían se usaban sin apenas cambios en Europa en el siglo XV y era en los Monasterios donde más se estudiaron y conservaron, en recetas ancestrales como el Eucaliptine de los monjes de Oseira. Las antiguas chamanas que dieron paso a sacerdotisas, fueron también transmitiendo su conocimiento a traves de druidas, brujas, curanderas... pese al esfuerzo de la Iglesia por destruir este conocimiento y demonizarlo, el pueblo llano y los monasterios fueron quienes lo conservaron. Los grandes herbarios de Teophrastus, Dioscorides, Apuleius, Gerard, Coles, conservaron la tradición de la magia sanadora de cuerpo y espíritu de las hierbas.
Las hierbas se han usado en infusiones, cataplasmas, inciensos, almohadillas, saquitos, baños, unguentos, perfumes, aceites, esencias, flores de Bach, etc.
Como muy bien sabían magos y druidas, el poder de las plantas es mayor en determinadas fechas, horas, y energetizandolas, así como el agua, aguardiente, o el aceite, que se use en su "receta". El recipiente siempre será de porcelana, cristal, barro o madera, nunca metal o plástico.
En los últimos treinta años ha renacido la importancia terapéutica de las plantas, bien motivada por una necesidad científica o por el deseo de volver a ‘la naturaleza’. De esta manera comenzaron a realizarse nuevos análisis de las plantas tradicionalmente empleadas en la curación de patologías y se iniciaron numerosos ensayos clínicos para conocer su aplicación.
En la actualidad las plantas medicinales tienen un uso terapéutico directo e indirecto. El uso indirecto consiste en el empleo de las plantas para la obtención de moléculas activas que puedan ofrecer modelos químicos en la síntesis de nuevos fármacos. Es el caso de la hoja de digital (Digitalis spp.), que es la fuente de la digoxina empleada en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca.
La utilización directa consiste en lo que hoy conocemos como fitoterapia, es decir, la aplicación terapéutica de fármacos obtenidos directamente de plantas medicinales pulverizadas o extractos sencillos, pero que no son compuestos químicos aislados. “De esta manera nos encontramos con una especialidad farmacéutica con un elevado número de componentes químicos, mientras que los fármacos convencionales tienen entre uno y tres principios activos, no más”.
Los fitofármaos están indicados en el tratamiento “de procesos leves y enfermedades crónicas no severas. “La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su uso e indica que es la única forma de terapéutica para países del Tercer Mundo”.
En la actualidad existe una base científica que apoya la eficacia de muchos productos fitoterápicos para determinadas indicaciones. El lugar que debe ocupar la Fitoterapia en terapéutica debe ser aquél para el cual ha demostrado su utilidad.
La eficacia se consigue sólo con el uso adecuado de los preparados fitoterápicos, tanto en lo que se refiere a las indicaciones como a la forma de administración, teniendo en cuenta sus posibles contraindicaciones, efectos secundarios e interacciones. Es necesario disponer de medicamentos con calidad, seguridad y eficacia contrastados, así como de herramientas de información rigurosas y fiables para los profesionales sanitarios, además de proporcionarles la oportunidad de adquirir una formación sólida en Fitoterapia.
En fitoterapia se emplean productos de origen vegetal que presentan una característica básica: sus márgenes terapéuticos son amplios. Incluye productos relativamente poco potentes (por ejemplo, capítulos de manzanilla, sumidad de espino blanco y sus extractos) o de potencia intermedia (como la flor de árnica y la raíz de regaliz) y excluye aquellos con un margen terapéutico estrecho (por ejemplo, la hoja de digital y sus principios activos, como la digoxina). Esta característica es fundamental puesto que enmarca a la Fitoterapia como una terapéutica suave, poco agresiva, con un bajo porcentaje de efectos secundarios.
Por su parte las Flores de Bach son una serie de esencias naturales utilizadas para tratar diversas situaciones emocionales, como miedos, soledad, desesperación, estrés, depresión y obsesiones. Fueron descubiertas por Edward Bach entre los años 1926 y 1934.
El Dr. Bach era un gran investigador, además de médico y homeópata. Experimentó con diversas flores silvestres nativas de la región de Gales, en Gran Bretaña, de donde él era originario, hasta encontrar 38 remedios naturales, cada uno con propiedades curativas para distintos problemas emocionales. A estas 38 flores se les llaman Flores de Bach.
Su teoría era que las enfermedades físicas tienen un origen emocional, y que si los conflictos emocionales subsisten por mucho tiempo, la enfermedad del cuerpo empieza a aparecer, Sin embargo, al restaurar el equilibrio emocional se resuelve la enfermedad física. Fue de esta forma que desarrolló la Terapia de las emociones.
Después de más de 70 años, las Flores de Bach han sido probadas como un magnífico sistema para tratar los problemas físicos, mentales y emocionales de los seres vivos.
