La influencia del arte copto-egipcio en el románico. Santa María de Siones. (1ª parte)
1.- La influencia copta y egipciaLa Edad Media y sobre todo la Alta Edad Media, tuvo pasión por los símbolos. Pocas épocas han tenido tanta preocupación en justificar hasta los menores detalles de la Sagrada Escritura y adivinar sus orígenes, conveniencias y razones.

Pero no podemos entender su simbolismo, si adoptamos los mismos métodos científicos que ahora nos son familiares a través del racionalismo y la lógica que es la base de nuestra cultura actual. La ley que rige el simbolismo es ambivalente, y todo símbolo es apto por naturaleza a significar el bien y el mal. Y ese es el tema fundamental de todos los programas iconográficos del Románico. El símbolo es inasequible y solo admitiendo esto llegaremos a su esencia. Cualquier hombre medieval estaba más preparado por su forma de ver el mundo simbólico para leer un programa iconográfico egipcio o mesopotámico que nosotros, a través de la mente intuitiva y adaptar esos temas a su propio universo simbólico cristiano.
Autores como Mâle, Brehier y Focillon han demostrado la influencia de Oriente en el Románico y la complejidad de su significado simbólico. Y si bien el arte románico es un arte europeo está en deuda con Oriente y las artes que le precedieron, y aún queda mucho por investigar en materia románica en Oriente Medio, Irlanda, Países Escandinavos, España, Balcanes, etc. Fue San Bernardo quien da una pista sobre “esas imágenes mágicas y ambivalentes” con doble significado que pueblan claustros, criaturas fantásticas casi todas nacidas en Oriente fruto de las misiones evangelizadores de monjes procedentes de Egipto y Oriente en el cristianismo primitivo europeo.

Hasta la fecha sólo se ha realizado un estudio serio [1]sobre estas influencias en el sur de Francia y Norte de España (Camino de Santiago) quedando patente que en el mapa se podía distinguir una zona egipcia de influencia (Borgoña, Auvernia y Loira Medio) que pone el acento en el ábside y en la forma circular, en la Ípsilon griega, de origen alejandrino seguramente y una zona mesopotámica, centrada en los nártex o fachadas y en la forma cuadrada, que abarcaría el Languedoc, la escuela del Oeste francés y norte de España. Siendo el Rosellón y Cataluña, una zona intermedia muy rica en simbología oriental. Lo curioso de estas zonas de influencias es que a su vez coinciden con las grutas prehistóricas, las zonas de influencia dolménica y hay presencia templaria demostrada.
En el caso que nos ocupa de Santa María de Siones, Cuando hablamos de Ojo Guareña, lo hacemos del segundo complejo kárstico más extenso en cuevas de la Península Ibérica, y uno de los diez mayores del mundo, que encontramos en el norte de la provincia burgalesa. El fenómeno rupestre en el cristianismo primitivo juega un papel de primer orden. La cueva[2] era ya un lugar precristiano de importancia simbólica y religiosa en el que se condensaba la imagen de la muerte y regeneración; ya en los inicios del cristianismo se forjó un rico y complejo simbolismo teológico, una auténtica lectura cristiana de la cueva en la que se reunían las imágenes de regeneración, muerte y resurrección a la verdadera vida.
Ojo Guareña, es de gran interés para la espeleología, han sido localizados santuarios prehistóricos y especies de invertebrados cavernícolas, algunas de ellas, nuevas descripciones. Un conjunto que goza de un interés hidrológico, morfológico, científico y hasta didáctico
De los problemas que plantea la influencia bizantina en Occidente, uno de los más interesantes es la forma en que lo copto penetra en Europa. Especialistas como J. Werner, V. F. Volbach, entre otros y P. Palol, en España, han estudiado este tema y ellos mismos hablan de muchas preguntas sin respuestas, o de respuestas que irían más allá del camino de los aconteceres históricos conocidos y cuya documentación nos ha llegado. Siempre se ha dicho que la influencia copta, nos llega más a través de Centroeuropa que directamente de Egipto.

La influencia cultural del Antiguo Egipto fue soterrada bajo las fauces helenísticas y romanas, pero que no consiguieron fagocitarla, sólo dejarla en un estado de hibernación que cuando se resquebraja el Imperio, aflora de nuevo desde los más profundo estratos culturales conservados por los cristianos egipcios (coptos), verdaderos herederos de los faraones como hasta hoy se proclaman. W. Holmqvis, dijo que incluso los trenzados de monasterios e iglesias irlandeses y merovingios son de clara influencia egipcia, llegada a través de Siria y Palestina, hasta Ravena y de allí difundida en barco por Occidente y otras vías de entrada junto a Ravena, sería, el Danubio, y Marsella. A través del Danubio, pasarían a Centroeuropa y los Alpes, e influyeron en las tribus germánicas.
Por otro lado, fueron los monjes coptos quienes evangelizaron Irlanda, y desde allí llegarían a Hispania, la Galia y Germania. Nuestra forma de representar Daniel entre los leones vendría del santo egipcio Menas, y de fuentes mesopotámicas repetidas en todo el Medio Oriente, como es Gilgamesh. Pero es que muchas ideas bizantinantes nos llegaron a través de la influencia copta. Otro tema muy dado en nuestro arte visigodo y posteriormente en el Arte románico es la resurrección de Lázaro que vemos en Mena y que también vendría de la influencia copta con un enlace directo con el mito de Osiris y su resurrección. Y no olvidemos las relaciones con el puerto de Marsella, comunicado con Egipto y el puerto de Alejandría. Y cuya influencia penetraría por el Levante. No podemos olvidar las amplias relaciones de visigod