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Los espíritus del bosque - shinrin yoku


Mononoke - Guardianes de la Tierra Sagrada

Sin duda Japón es fascinante, convive la tecnología más avanzada del planeta y el peso de la tradición en la sociedad. Así podemos ver geishas que manejan tablets último modelo y colegialas con yukatas, y en los templos budistas no es díficil ver pantallas táctiles en máquinas de bebidas y a profesores universitarios o ejecutivos calzando los tradicionales getas de madera. El respeto a los antepasados y la tradición que surgió en China, fue heredado por la sociedad japonesa. Y sin duda una de las cosas más tradicionales de Japón, es el amor y admiración por la naturaleza, legado del pasado sintoista que lejos de ser borrado por el budismo se hizo más compasivo e intenso. El respeto por la naturaleza es máximo y así es como encontramos que uno de los países más industrializados del planeta está cubierto en un 67% por bosques frondosos.



Tal y como nos comentan Hector García y Frances Miralles, ahí tenemos que en películas como El Viaje de Chihiro, una preciosa alegoría, en la que los espíritus de la naturaleza contaminados y enfermos por la basura del hombre deben visitar los baños termales para sanar y purgarse y en la Princesa Mononoke, tenemos a miles de espíritus viviendo en los bosques. El japonés no cree en un Dios todopoderoso, su religión es animista, los espíritus viven en bosques, ríos, mares, montañas, árboles. El templo sintoista es minimalista y austero, desnudo... pero acaba impresionando precisamente su sencillez, porque lo que pretende es integrarse en el medio natural, de la forma más sutil para así llamar a los espíritus y devas que habitan en la naturaleza y se puedan comunicar con nosotros. El ser humano es parte de la naturaleza y la honra como su madre amorosa que le cobija y da vida. Budismo y Sintoismo conviven en Japón en armonía desde hace siglos. En Japón encontramos 80.000 santuarios sinto y 55.000 templos budistas, y el cristianismo para bendecir los matrimonios. Lo típico en Japón es celebrar el nacimiento con ceremonia sintoista, casarse por el rito cristiano y despedirse de la vida con una ceremonia budista, de esta forma se entremezclan las religiones, y tradiciones en Japón.



En el sintoismo no hay textos, simplemente se venera la naturaleza, universo que cambia, y una muerte que llega irremediablemente porque es parte de la vida. En el sintoismo, existen miles de millones de kami, espíritus que habitan todo el universo y que se pueden manifestar en los elementos o fuerzas de la naturaleza. La versión más básica y primitiva del santuario sintoista consiste en colocar una gran roca o clavar la rama de un árbol en el borde del bosque, se realizan rituales con el fin de que un kami positivo se convierta en protector y guardían del lugar.


Cuando nos internamos en el bosque, buscamos la experiencia del yugen, buscamos esos momentos en los que nuestros sentimientos, al observar el universo alcanzan una gran profundidad en nuestro interior más oculto.


Y con esa aspiración el caminante se interna en el bosque, observando el sol entre las ramas,va más allá del sentimiento estético. Es ese instante en que mirando la luna o las estrellas o escuchando el canto de las aves perdemos nuestra individualidad para fundirnos a ese algo más grande que es el universo... es ese instante en que nos damos cuenta de que no estamos separados del universo sino que somos el universo. El yugen, está en los amaneceres, atardeceres, en las gotas que resbalan por una rama, los destellos del sol en el agua del río, la caida de los pétalos. Para convocar el yugen , respiras hondo y cierras los ojos unos instantes, eres un viajero en la nave tierra que va atravesando el cosmos... abres los ojos y en esa noche estrellada sabes que eres un viajero cósmico.


En el baño del bosque, es muy importante observar los patrones de luz y sombra que emergen dependiendo del tipo de árboles, la estación del año, la húmedad, el viento... los japoneses conocen esos patrones de luz como el komorebi. La niebla, la humedad, el movimiento de las hojas en el suelo, el brillo entre hojas y el agua. Para disfrutar del komorebi, debemos estar muy atentos al instante y lugar en el que estamos. En lugar de andar distraidos haciendo fotos sin ton ni son debemos enfocar nuestros cinco sentidos para disfrutar del espectáculo que tenemos delante, es una invitación a meditar caminando y adentrarnos en nuestro interior a través de los sutiles misterios del bosque.


Puedes llamarnos y recibir un baño del bosque guiado acompañado de masaje, terapia reiki, tomando infusiones que te ayudarán a depurar el organismo, para finalizar con un baño termal. Simplemente llamanos y te informamos de nuestros precios individuales o para pequeños grupos. Te diseñaremos un viaje terapeutico o iniciatico a la medida. Simplemente dejate llevar, te recogemos, y te llevamos por los senderos secretos de Galicia y sus bosques sagrados, con visitas a lugares emblematicos y monumentos, con dieta tradicional o vegetariana.

tel.: 617381663






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