google-site-verification: googleac1700d1e19b095b.html Atisha: el sistematizador de las enseñanzas budistas.
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  • Foto del escritorMercedes Izdo/Oscar López

Atisha: el sistematizador de las enseñanzas budistas.



Sin duda la época medieval, ha sido una de las más luminicas a nivel intelectual y espiritual de la Historia de la humanidad, en ella convivieron Rumi, Omar Khayam, Ibn Arabi, Milarepa, Atisha, Francisco de Asis, Ramón Llul, Alfonso X el Sabio, San Isidoro... son tantos nombres como incontables son las estrellas en el Cielo. La Luz del Medievo brilló en todos los países y latitudes. Hubo personajes gloriosos para recordar desde el Imperio Inca, pasando por los países árabes, India, Tibet, China, Japón, y Europa.


Hoy nos detendremos en el Tibet, con un personaje bastante desconocido para occidente, se trata de Atisha (982-1054).

Atiśa Dipamkara Srijnana (25 de diciembre de 982; † 1054, conocido también como Atisha, Atis y Atsia) fue un pandita indio y un célebre abad de Vikramashila.


Fue uno de los primeros maestros de la Sarma (nueva tradición) del budismo tibetano. Nacido en Bengala en una familia real, se dedicó a estudios religiosos, viajando a Sumatra en busca de enseñanzas. A su vuelta a India fue nombrado abad del monasterio Vikramashila. Atisha llegó hacia 1039 al Tíbet invitado por el rey Yeshe Od, para ayudar al restablecimiento del budismo, muy debilitado por las persecuciones del rey Langdarma. Su llegada marca el inicio de un nuevo período en la historia del budismo en Tibet.


Al comienzo residió tres años en el pueblo de Ngari. Con la ayuda de su discípulo Dromtompa sentó las bases de la tradición Kadampa. Luego se desplazó al Tibet central, la región de Lhasa donde durante más de diez años trabajó activamente en la difusión de su religión, estableciendo las bases de la remarcable expansión que lo siguió. Aunque era personalmente partidario del Tantra, supo mantener el balance entre la disciplina monástica y el misticismo. A donde quiera que fuese confería iniciaciones, realizaba traducciones y construía monasterios.


Murió en 1052. Sus cenizas fueron llevadas a Dhaka, Bangladesh en 1978 y colocadas en el Dharmarajina Baudha Vihara.


Durante su vida escribió, tradujo y editó más de 200 libros, de los cuales se conservan 79 en lengua tibetana, que ayudaron al desarrollo del budismo en Tibet. Atisha fue responsable de la introducción del ciclo de sesenta años en la cronología tibetana, con el primer año del primer ciclo ubicado en 1027.


Uno de sus legados más importantes fue el desarrollo de las prácticas del entrenamiento de la mente (lob jong), y la centralidad de concepto y práctica del bodhicitta en el budismo tibetano, incorporado a las cuatro escuelas: Gelug, Nyingma, Kagyu y Sakya. Por estas razones Atisha es una figura central en la historia del budismo.


LAM RIM DE ATISHA: LAS ETAPAS DEL CAMINO.


La Lámpara en el Camino hacia la Iluminación Me inclino ante el joven Bodisatva Manjushri. Me inclino con profundo respeto a los Budas de los tres tiempos, a sus enseñanzas y a la Sangha. Por la súplica del buen discípulo Janchub Od, revelaré la Lámpara en el Camino hacia la Iluminación. Has de comprender los tres tipos de seres cuyas capacidades son de nivel pequeño, medio y grande. Clarificaré sus características escribiendo las diferencias de cada uno: Todo aquel que busque, por cualquier medio, los placeres de la vida mundana solamente para su propio beneficio, debe ser comprendido como ser pequeño. Todo aquel que cambie sus tendencias hacia las acciones no virtuosas, dando la espalda a la felicidad de la vida mundana y buscando la paz sólo para él mismo, debe ser conocido como un ser mediano. Todo aquel que, al conocer su propio sufrimiento, desee eliminar completamente todos los sufrimientos de los demás, es el gran ser. Para aquellos grandes seres que buscan la Iluminación perfecta, yo explicaré los métodos perfectos tal como enseñaron los grandes maestros espirituales. Delante de una imagen del Buda, una estupa y un texto sagrado, se ofrecen flores, incienso y cualquier otra cosa que uno posea. Recita la oración de las Siete Ramas. Hasta que uno haya alcanzado la esencia de la budeidad, con una mente inquebrantable, genera fe firme en los tres objetos de refugio. Primero, toca con las rodillas el suelo y junta las palmas de las manos y entonces toma refugio tres veces. Después genera el pensamiento de amor puro hacia todos los seres sintientes. Contempla todos los sufrimientos de los seres, tales como la muerte, el nacimiento y los tres reinos inferiores.


OSCAR LÓPEZ DOMÍNGUEZ

Diplomado en Enfermería, Masajista Deportivo y Quiromasajista,  Monitor y Guía de Senderismo  por Euroinnova Formación, estudiante de Lam Rim,(Estudios Avanzados de Budismo de la Escuela Tradicional Tibetana Ganden)  en la Universidad Chu  Sup Tsang .  Maestría en Tantra Tibetano. Practicante Reiki Usui Japones. Ha realizado labores de voluntariado vinculadas a Enfermería en diferentes países de Africa e Hispanoamérica. Coordinador de  varias Alertas Ovni en Galicia. Ha participado de manera asidua en programas de radio como Enigmes i Misteris de RNE4 de Josep Guijarro y colaborador del programa de radio "Años Luz".  . Miembro de la HSDCT-OSMTJ.


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