

Muchas de las personas que acuden a mis rutas templarias, me preguntan porque esa obsesión de vestir de rojo a María Magdalena. Normalmente se dice que es el color de la realeza. Y así es… pero el concepto es más antiguo. Hablar ahora de las relaciones de las hijas de los hombres con los Elohim, o las princesas mesopotamicas con los Anunakis, está fuera de lugar. Por lo que por el momento nos saltaremos ese paso, y hablaremos, de lo especial que eran las “mujeres escarlata” desde tiempos remotos muy anteriores a Jesús.
Estas eran especiales, porque eran las portadoras del “fuego de las estrellas”.
El “fuego de las estrellas”, así era llamada la sangre del menstruo, el “elixir Rubeus”, de la diosa, y era considerado como la “inteligencia liquida”, tanto en Mesopotamia como en Egipto. En Egipto , se hace referencia a este en los misterios isiacos, bajo el simbolo del “nudo de Isis”, elemento esencial de la Divina Comunión con el Divino Femenino Sagrado. El nudo de Isis se invocaba como simbolo de apoyo perceptible, para fortalecer la estructura energética para absorver las altas vibraciones que sólo poco mujeres receptoras y relacionadas geneticamente con los antiguos dioses podían asimilar. Eran los Griales vivientes, o portadoras del Fuego Sagrado. En concreto las hijas del Faraón. Eran las Damas de las Estrellas, que recibían las cualidades muy avanzadas en el ámbito espiritual de una civilización avanzada, que les transmitía energía curativa, amorosa, sabia, que tenía algo de estelar y no humano.
El tyet (tyt, tet o tjet), también conocido como nudo de Isis o sangre de Isis, es un antiguo símbolo egipcio de la diosa Isis. Fue un símbolo muy frecuente desde los comienzos del Reino Nuevo. En muchos aspectos se asemeja al ankh, excepto en que sus “brazos” están curvados hacia abajo. Su significado es también una reminiscencia del ankh, ya que se traduce a menudo como “bienestar” o “vida”.
El tyet probablemente data del período predinástico de Egipto y fue un símbolo popular decorativo en la Dinastía III (Imperio Antiguo), donde suele aparecer junto al ankh y el pilar dyed.
“La sangre de Isis, la virtud de Isis, el poder mágico de Isis, el poder mágico del Ojo, protegen a este Gran Ser de todo mal”.
En el capítulo, 186 del Libro de los Muertos. Durante el Imperio Nuevo, el símbolo se asoció claramente con la fuerza y la magia de Isis (“señora de la magia”) ya que fue utilizando los nudos de un cordón, como Isis revivió a Osiris, según se menciona en los Textos de las Pirámides:
“Isis y Neftis han utilizado su magia en ti con los nudos de un cordón, en la ciudad de Sais …”
Desde el Tercer Periodo Intermedio se representaba a menudo en estatuas colgando de una correa.
El Tyet o el nudo de Isis es una representación de los genitales de la Diosa, simboliza la regeneración femenina, representa también el flujo menstrual”. El tyet es “Es el seno donde se origina la vida”. Su color rojizo alude a “la sangre de Isis”.
Es mencionado en el capítulo 156 del Libro de los Muertos con un sentido de protección:
“Posee su sangre, Isis, posee su poder, Isis, posee su magia, Isis. El amuleto es una protección para este Único Gran Ser, que llevará fuera a cualquiera que pudiera realizar un acto contra él.”
Puesto que la mujer otorga la vida, su papel dentro de la magia egipcia era fundamental; siendo la principal exponente la Diosa Isis, “la señora de la magia”. En ocasiones el Tyet personifica también a las Diosas Nut, Hathor y Neftis , en donde el nudo constituye una especie de vestido, con la parte central y las piezas laterales formando un estilizado ceñidor.
El Nudo de Isis simboliza el abrazo amoroso que da la Diosa a sus hijos. Garantizaba la protección y renacimiento que hace la Diosa a sus Hijos, es el puente o “nudo” de unión entre el mundo físico y el mundo sobrenatural.
Las mujeres lo llevaban para recibir la sabiduría y el conocimiento de Isis. También atrae la fertilidad. Como curiosidad resaltar que la forma de la “Hebilla de Isis”, os hará recordar a la “Mano de Fátima”, otro amuleto protector bastante extendido en la actualidad.
Pero prosigamos con el fuego de las estrellas, se le representaba con el ojo que todo lo ve. Un circulo con un punto en el centro, o como la cruz ardiente, o rosi-crucis, es decir una cruz encerrada en un circulo. Esta ultima, era además casualmente la marca de Caín. Ambos signos fueron usados en las escuelas de los Misterios, del Antiguo Egipto. A destacar la llamada “Corte del dragón”, de la reina Sobeknefru, de la XII dinastía, y la Hermandad Blanca del faraón Tutmosis III. La primera estaríamos hablando de hacia el año 2170 a.C, y el segundo vivió hacia el 1450 a.C. Estas hermandades dicen que son el origen de los Therapeutas y sanadores sabios, que a través de la cadena inmortal de la sabiduría, serían llamados rosacruces. Los esenios, pertenecerían a esta rama del conocimiento “therapeuta”.
El punto dentro del círculo es un símbolo de gran importancia en la masonería. Les dan las siguientes interpretaciones:
La primera el punto representa a un “hermano masón”, el círculo representaría la virtud y su deber para con Dios y los hombres. Las dos líneas paralelas al círculo serian la Fe y la Practica -que representan a su vez a los santos San Juan el Bautista y San Juan Evangelista-.Esta interpretación seria la que se da a los miembros o personas externas a la orden.
La segunda interpretación seria que:
El punto es un falo (órgano sexual masculino), escribía -Albert Mackey- en su obra -Manual de la Logia-.
El punto dentro del círculo es un símbolo interesante e importante en la masonería. El símbolo es realmente una alusión hermosa pero algo abstracta, del viejo culto al sol, y nos introduce por primera vez a la modificación del mismo, conocido entre los antiguos como la adoración del falo
A continuación una explicación dada por el propio Albert Mackey en su obra The American Quarterly Review of Freemasonry and Its Kindred Sciences.
Dios creó al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y así fueron creados “el varón y mujer”, que estaban creados a “imagen de Dios” Y esta unión fue simbolizada de diferentes formas, pero principalmente por el punto dentro del círculo, el punto indica al Sol, y el círculo al universo, vigorizado y fertilizado por sus rayos creadores….-continua Mackey- … entonces, llegamos a la verdadera interpretación del simbolismo masón del punto dentro del círculo. Es lo mismo, pero bajo una forma diferente, el Maestro y los Vigilantes guardianes de una logia. El Maestro y Guardianes son símbolos del Sol, la logia, es el universo o el mundo, al igual que el punto es el símbolo del mismo Sol, el círculo que rodea, es el del universo.
Serpiente, dragón, cruz roja, y terapeutas, estuvieron asociados mucho antes de que viera la luz el simbolo de la medicina o la Cruz Roja.
Para los egipcios la cruz era identificada como Enki-Samael, que impregnaría a la Reina Dragón. El dragón, siempre fue un simbolo femenino ya que era un simbolo del parentesco matriarcal desde los tiempos de Tiamat.
Todo verdadero linaje sagrado, es un linaje matriarcal.
Es curioso ver que la constelación del dragon, que gira alrededor del Polo Norte, es el reloj más antiguo del ser humano y siempre fueron mujeres las guardianas del tiempo.
“La sincronicidad entre el ciclo femenino y el de la luna también revelaba la conexión entre la mujer y lo divino. Durante su ciclo, la mujer albergaba el misterio de la vida dentro de su cuerpo y podía generar vida y asegurar el futuro de su pueblo, lo que equivale a decir que cada mujer poseía los poderes propios del universo: dar la vida, sustentar y crear. La imagen de la araña encerraba un simbolismo similar: del mismo modo en que esta teje su tela desde el interior de su cuerpo, la Diosa Araña creaba la red del espacio y el tiempo; era ella quien proporcionaba estructura y vida a toda la creación, y al mismo tiempo quien conocía cada una de las vibraciones que se producían en aquel tejido. Era la Dama de la Red, la tejedora de los hilos de la vida con los que luego creaba los patrones y la textura de todos los seres vivos. Con el paso del tiempo la humanidad asoció a las diosas con las artes de hilar y de tejer, y las convirtió no sólo en sus protectoras sino en las representantes del hilado de la vida y la muerte: la Diosa creaba la trama de un individuo a partir de las fibras de la vida, la Madre tejía el tapiz de la experiencia, el tiempo cortaba los hilos, y por último la Diosa Oscura deshacía el tejido hasta llegar hasta las fibras que lo conformaban para empezar a hilar otra vez.” Miranda Gray, “Luna Roja”
El hecho de que la Luna parezca hilar y deshilar en ese cambio de fases, da la idea de que detrás de ese astro que es uno, hay también tres. En su libro “Las Madres”, Briffault ve detrás de la Diosa Madre de Arabia, Manat, una deidad lunar, vista bajo la forma de tres vírgenes sagradas que Muhammad admite en la primera versión del Corán: Al-Ilat, Al-Uzza y Mawat (consideradas como hijas de Allah). El profeta alaba su función mediadora pero luego se retracta viendo que la mediación de estas figuras, por más que en jerarquía estuvieran muy por debajo de Allah, socavaba de alguna manera la supremacía única de Dios.
En Simbología la araña es uno de los signos mas ambivalentes y con mas de un significado diferente, e incluso opuesto, en cuanto a lo que representa.
El mito de la araña surgiría en lo más profundo de los tiempos en múltiples sociedades primitivas, adoptando la forma de zoolatrías y mitos creadores a partir de una determinada percepción del animal en la naturaleza (el escorpión como fuente de problemas y daños; la araña, creadora y hábil cazadora, aunque venenosa).
La diosa Neith, madre de los dioses y representación de la fertilidad, era también patrona de las hilanderas.
La mayor parte de las civilizaciones antiguas han convertido la araña en símbolo de la diosa creadora y, después, en madre de los dioses, lo que implica un sutil deterioro de su importancia intrínseca. En el Antiguo Egipto, las arañas estaban relacionadas con la diosa Neith en su faceta de hiladora y tejedora de destinos. Volviendo al tema que nos ocupa, se puede decir que el “fuego estelar”, era la esencia lunar de la diosa. Y no ha sido hasta recientemente cuando se pudo constatar que la sangre del menstruo contiene las secreciones endocrinas más valiosas que segregan la glandula pituitaria y pineal.
Y sobre el valor curativo que se daba al menstruo, sirva decir que las aborigenes australianas, recogen dicha sangre, para luego tratar las heridas abiertas de los cazadores, ya que según ellas cicatrizan mejor.
Desde tiempos inmemoriales, el Tercer Ojo, la Glandula PIneal y el Árbol de la Vida, como símbolos estuvieron asociados. Se decía que en la Pineal, nacía, el “nectar de la suprema excelencia”, el soma o la ambrosía.
Si miramos el caduceo, simbolo de las Damas Escarlata, o Reinas del Grial. Simbolo presente a traves de diferentes culturas, desde Mesopotamia, a Egipto, de Egipto a Grecia, de Grecia a Roma… y así hasta convertirse en el simbolo de la Medicina.

Aqui vemos el emblema del caduceo, el bastón central representa la columna, las serpientes el sistema nervioso ( y yo añadiría el ADN), las dos alas ventriculares, son las dos partes del cerebro, y el pequeño nodulo central, la piña o glandula pineal. La combinacion de las dos alas y la pineal, es el llamado “cisne mistico” y es el emblema del Ser Superior o Iluminado. Es la conciencia del Grial, que alcanza Lohengrin ( el caballero cisne) o Perceval.

Esa conciencia se lleva a traves de la regeneración espiritual o ascensión a través de las 33 vertebras de la columna ( de ahí los simbolicos 33 grados de la Masonería). Son los 33 peldaños hasta llegar a la pituitaria, que invoca al cuerpo pineal. Es la denominada regenación alquimica o mistica, que encierra las llaves perdidas de la masonería. Este simbolo se da en los matriarcados de sacerdotisas, en la antigua Sumeria, hubo una tradición medicinal, llamada el oro de los dioses, basada en el menstruo de las sacerdotisas sagradas, del linaje de las mujeres que mantuvieron relaciones con los Annunaki. Ahí tenemos como la palabra ritual, procede de “ritu”, el oro rojo. Y el oro rojo contenía la melatonina y serotonina de las sacerdotisas, cuya sangre portaba el “fuego de las estrellas”.
Las mujeres Escarlata, eran la fuente directa del fuego de las estrellas, con el tiempo degeneraron estos conceptos en las prostitutas sagradas.
El oro de los Dioses, era considerado en el Antiguo Egipto, como el “Vehiculo de la Luz”, que contenía el flujo de la sabiduría de los dioses. La sacerdotisa sólo podía despertarlo a través de las relaciones sexuales sagrada con el sacerdote iniciado y sólo cuando este mantenía relaciones sin llegar a eyacular, era bautizado en el conocimiento oculto. Decían que el fuego sagrado podía llegar a quemar en la matriz de la Reina Dragón y que esta era capaz de donar su bendición voluntariamente. Tal era la fuerza de la sangre anunaki. Es decir el fuego de las estrellas, el verdadero, procedía del linaje materno de la esencia femenina pura de los anunakis, era el “Néctar de la suprema excelencia”, el Graal. La Reina Escarlata, era llamada el Lirio del Valle, o la Rosa de Sharon, y era la hija del Sol.
Fue a finales de los 60 cuando los cientificos, descubrieron la esencia de la pineal, es decir, la melatonina.
La melatonina es el “trabajador nocturno”, porque las personas que producen mucha melatonina tienen intolerancia y reaccionan intensamente a la luz del Sol, lo que afecta a su capacidad mental. Desarrollan su trabajo intelectual de noche, o en la oscuridadya que la melatonina es la hormona de la oscuridad. La melatonina se activa, gracias a la serotonina y en la oscuridad. Es decir, recuerden a la Reina Escarlata, en el Sancta Sanctorum, manteniendo relaciones placenteras con el Sumo Sacerdote (Faraón) segregando en el orgasmo serotonina que activa la melatonina, o fuego estelar. La melatonina protege ante el cancer, los esfuerzos fisicos y el dolor y posee propiedades antienvejecimiento.
El oro era el simbolo real, y la resina de pino simbolicamente, se usaba como incienso y eran junto a la mirra, los simbolos de los reyes mesianicos. El Tercer Ojo, se situa en la Pineal, y es el organo “sensorial”, del llamado “sexto sentido”, de ahí que la Dama Escarlata pudiera contactar con otras realidades. La melatonina, tiene la capacidad de regular la emisión, y recibo de mensajes cosmicos o contactar con los archivos akasicos, es lo que se denomina, la intuición divina, que ya conocían en la India y en las escuelas mistericas de Occidente.
ARTICULO REVISADO Y AMPLIADO EN 30/9/2017, de la antigua versión que yo publiqué en LA LUZ DEL MEDIEVO.
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